China insta a EE.UU. a que corrija sus errores del pasado para que se pueda iniciar una vía de cooperación conjunta en condiciones de respeto mutuo.
El Gobierno chino ha pedido este sábado a la Administración estadounidense que “rectifique los errores cometidos” con anterioridad y trabajen mano a mano para “mantener el espíritu de no confrontación”, según recoge la cadena China Global Television Network (CGTN).
El medio chino anota que Yang Jiechi, director de la Comisión Central de Asuntos Exteriores del Partido Comunista de China, mientras mantenía esta misma jornada una conversación telefónica con el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, le sugirió que cada uno de los países se centre en sus propios asuntos, al mismo tiempo que le instó a reconsiderar su política respecto a Pekín.
En el primer contacto oficial entre las dos potencias mundiales desde que Joe Biden asumiera la Presidencia de EE.UU. el pasado 20 de enero, Yang ha considerado que las relaciones entre Pekín y Washington se encuentran “en un momento clave” y, para rebajar las tensiones creadas durante el mandato de la anterior Administración de Donald Trump, ha señalado que hace falta entablar un diálogo constructivo que lleve a una senda de “cooperación mutuamente beneficiosa” para ambas partes.
Asimismo, Yang se ha referido a Taiwán como “el problema más importante y sensible” en la relación bilateral, y ha urgido a Washington a respetar estrictamente la política de una sola China y los tres comunicados conjuntos de China-EE.UU.
Las cuestiones relacionadas con Hong Kong y el Tíbet son asuntos internos de China, ha destacado el diplomático chino a su interlocutor, para luego advertirle que Pekín no tolerará interferencia alguna de parte de ninguna fuerza externa. “China continuará preservando firmemente su soberanía, seguridad e interés de desarrollo”, ha subrayado Yang.
En respuesta y conforme a un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, Blinken ha dejado claro, por su parte, que EE.UU. “defenderá sus intereses nacionales, sus valores democráticos y responsabilizará a Pekín de sus abusos del sistema internacional”.
Además, ha advertido que China “debe rendir cuentas por sus esfuerzos para amenazar la estabilidad en el Indo-Pacífico, y especialmente en el estrecho de Taiwán”, punto este último objeto de fuertes divergencias entre Washington y Pekín, pues mientras el gigante asiático reclama su soberanía sobre la isla, EE.UU., durante el mandato de Trump, ha estado promoviendo medidas de acercamiento diplomático y militar con Taipéi, dejando de lado el principio de una sola China.