Fuente: Servindi.
Luego de que el gobierno anunciara apoyar a las ollas comunes en el marco de la nueva inmovilización social obligatoria (cuarentena), este apoyo aún no se ha concretado.
Así lo advirtió Fortunata Palomino, presidenta de la red de Ollas Comunes, quien expresó la preocupación de estas organizaciones a pocas horas de comenzar un nuevo periodo de inmovilización, a regir desde el 31 de enero.
En declaraciones para diversos medios Palomino sostuvo que pese a que el gobierno ha prometido ayudar esto aún no sea formalizado en ningún documento.
«El presidente nos ha traicionado», manifestó la dirigente, señalando además que el Congreso había aprobado el apoyo para las ollas comunes pero que fue observado por el Ejecutivo.
Ante la incertidumbre actual que pone en riesgo a miles de familias que dependerán de esta red, Palomino pidió que se les abastezca tanto de víveres como de presupuesto.
“A nivel de Lima Metropolitana existen 1200 ollas comunes que abastecen a 120 mil familias. Estas no cuentan con agua y víveres», refirió la dirigente.
«Queremos un presupuesto de 200 millones de soles para las ollas comunes y 100 millones para los comedores populares», expresó.
Asimismo, exhortó a que las compras destinadas a este apoyo sean con sus representantes y en coordinación con el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis).
Ello debido a que en la anterior experiencia hubo prácticas de clientelaje desde los municipios, según afirmó.
«Solo hemos escuchado que va a haber ayuda para las ollas comunes pero aún no sabemos el mecanismo», insistió Palomino.
Autoridades se desentienden
De otro lado, la dirigente denunció que las autoridades han descuidado el registro y empadronamiento de las ollas comunes, las cuales se incrementaron a raíz de la pandemia.
Ello debido a que este reconocimiento implica una obligación desde los municipios. «No quieren registrarlas porque con ello los municipios asumen un compromiso», sostuvo.
Urge capacitación
De otro lado, la extitular del Midis, Carolina Trivelli, remarcó que las nuevas ollas comunes no solo necesitan alimentos o agua, sino también capacitación e información sobre protocolos e insumos de bioseguridad.
Ello debido a que, a diferencia de los comedores populares ya reconocidos, registrados y empadronados, estos además cuentan con lideresas experimentadas y capacitadas.
Estos aspectos son algo que falta trabajar con las ollas comunes, para que su labor no se convierta en un riesgo, explicó.