El Sr. Danilo Alonso Mederos, embajador de Cuba en Praga, nos brindó esta entrevista sobre el tema de la pandemia del Covid-19, las vacunas y el derecho a la salud.
En todo el planeta hay una lucha para ganar la pandemia del Covid-19. Hay avances importantes, pero lamentablemente también grandes contradicciones y retrasos en el abordaje de este problema. Tuvimos conocimiento que Cuba está trabajando para producir una vacuna contra el Covid-19.
¿Cuándo podría estar lista para usarse?
Los investigadores cubanos, desde que inició la pandemia de la COVID-19, comenzaron a trabajar sin descanso en la obtención de una vacuna contra esta enfermedad que tanto daño ha hecho a la humanidad.
Hoy el país dispone de 5 candidatos vacunales: Soberana 01, Soberana 02, Abdala, Mambisa y más recientemente Soberana Plus.
La vacuna Soberana 02 inició su tercera fase en los primeros días de marzo del presente año y se espera concluir esta etapa en el próximo mes de junio. Es la primera vacuna en América Latina en alcanzar esa fase de estudio. Si los resultados continúan marchando como hasta ahora, significa que en julio del 2021 debe estar lista para su empleo.
¿Cuál es el posible calendario para la vacunación de todos los cubanos?
Una vez concluida la fase III de Soberana 02 en el mes de junio, se estima que en julio pueda iniciarse la vacunación a toda la población cubana y existe la voluntad y la decisión de inmunizar a todos los cubanos antes que concluya el año 2021.
El país posee las capacidades productivas necesarias para producir cien millones de dosis de la vacuna en este año lo que posibilita asegurar el 100% de la vacunación a toda la población y tener una cantidad adicional para suplir solicitudes de diferentes países.
¿Qué piensa de la propuesta de suspender las patentes de las vacunas contra la Covid-19, promovida por India y Sudáfrica y respaldada por más de cien países?
El tema de las patentes y la comercialización de las producciones científicas, en mi opinión personal, requeriría de una mirada diferente.
Aunque sea una propuesta justa, pienso que es extremadamente difícil que prospere a pesar de que muchos países la respalden. Hay muchos intereses económicos involucrados y no parece que las transnacionales farmacéuticas y los países más poderosos económicamente hagan viable esta idea.
No se trata sólo de la COVID-19, el tema de las patentes abarca toda la producción científica en los distintos campos del conocimiento y su comercialización.
La ciencia y los científicos podrían construir un mundo mejor a partir de la colaboración internacional en donde prime la solidaridad y no el egoísmo.
Seguro que, si en el mundo existiera más cooperación y una distribución más justa de los recursos, se podrían erradicar la pobreza, la miseria y la hambruna que hoy sufren millones de personas.
Europa tiene grandes dudas sobre las capacidades tecnológicas de otros estados y, por tanto, cierta sospecha sobre las vacunas que no se producen en Occidente. ¿Cuál es su punto de vista?
Esas dudas son infundadas y no tienen ningún basamento científico. Esto no sólo ocurre con las vacunas sino también con muchos medicamentos que no son desarrollados por las transnacionales.
Por una parte, puede estar relacionado con el proteccionismo de estas transnacionales que favorece la producción de sus vacunas y el mercado que pudieran perder.
También puede incidir el pensamiento neocolonialista que subyace en algunos y la incredulidad de que países con menos recursos puedan ser capaces de hacer importantes aportes al conocimiento científico.
Los medios de comunicación masiva también desempeñan un rol negativo en estas dudas. No se divulga mucho sobre lo que se hace en países que pertenecen a otras áreas geográficas fuera del llamado Occidente.
Sí usted indaga en la procedencia de científicos que se desempeñan en universidades y centros de investigación de occidente, encontrará numerosas y renombradas personalidades que se dedican a la ciencia, que nacieron en otras latitudes y que han migrado por razones económicas hacia los países occidentales. En muchos casos han obtenido estos empleos por autogestión pero en otros por ofrecimientos materiales importantes para que desarrollen su actividad en occidente. Esto es lo que se conoce como robo de cerebros.
Los datos muestran que el impacto del coronavirus en Cuba ha sido mínimo. ¿Qué medidas adoptaron para la minimización de los contagios?
En primer lugar, la salud es un derecho de todo ciudadano cubano y así lo refrenda la Constitución. En Cuba existe un sistema nacional de salud pública que atiende de forma gratuita a todos los cubanos sin distinción de los recursos económicos que posea, su raza, sus creencias religiosas e ideológicas o cualquier tipo de discriminación.
En nuestro país la salud no es sólo un derecho, sino una prioridad. No hay nada más importante que la vida humana. Basados en ese principio no se escatiman esfuerzos ni recursos para la prevención de las enfermedades y su tratamiento.
Es comprensible que la pandemia agravó la situación económica de Cuba pues, a la persistencia del bloqueo económico, comercial y financiero que desde hace más de 60 años el gobierno de los Estados Unidos tiene impuesto a nuestro país, se sumaron los efectos de una administración norteamericana, extremadamente agresiva contra Cuba, que impuso durante el pasado año más de 240 nuevas medidas para asfixiar al país y provocar que los cubanos renuncien a sus conquistas y su soberanía.
En Cuba, el sistema de salud tiene como propósito, no sólo garantizar la salud de los ciudadanos mediante los tratamientos adecuados sino asegurar la prevención oportuna. En este sentido tenemos diversas experiencias positivas.
Además es de significar que la proporción de médicos por cada 1000 habitantes es una de las más altas del mundo. Cuba exhibe altos indicadores de salud, muchos de ellos equivalentes a los que tienen países de occidente y en no pocos casos superiores a países de mayor desarrollo económico. Entre los principales valores se destacan la tasa de mortalidad infantil y la esperanza de vida al nacer.
En específico, para el enfrentamiento a la pandemia de la COVID, la pesquisa activa es un elemento clave. Se refiere a la búsqueda de personas con sospecha de estar contagiadas antes de que aparezcan en ellos ningún síntoma. Es de significar que en Cuba más del 50% de los casos detectados han sido asintomáticos.
Otra medida importante es la hospitalización temprana de todas las personas contagiadas y el confinamiento de sus posibles contactos hasta determinar si se han contagiado o no. Esto impide la transmisión de la enfermedad en las comunidades.
También se estudian las experiencias internacionales y se aplican muchas de las medidas que se han empleado con éxito en otros países y las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.
Por otra parte, se desarrollan y se perfeccionan continuamente los protocolos de atención a los enfermos y a las personas que ingresan a las unidades de cuidados intensivos.
Se emplean medicamentos desarrollados en la industria biofarmacéutica cubana con buenos resultados en otras enfermedades análogas. A la población sana se le ha distribuido medicamentos que refuerzan su grado de inmunización para, en caso de adquirir la enfermedad, estar mejor preparados para superarla.
Hasta la fecha, más del 90% de los cubanos que se han enfermado ya se han recuperado, y el índice de letalidad en Cuba es de 0.6%, uno de los más bajos en el mundo.
Hay una importante falta de vacunas en Europa; la República Checa vive en estado de emergencia, pero actualmente no hay posibilidad de utilizar la vacuna rusa o la china. ¿Qué opina de esta situación que denomino como la «guerra fría de las vacunas»?
Esta pregunta está parcialmente respondida en los temas anteriores.
Quizás los órganos reguladores y los mecanismos establecidos debían ser más expeditos sin dejar de ser rigurosos y seguros. Si estas vacunas han demostrado su eficacia y efectividad en correspondencia con las normas establecidas, no habría razón para no ser utilizadas.
La pandemia no tiene ideología y las vacunas tampoco. Mientras más tiempo demore la inmunización con las vacunas, continuará incrementándose el número de personas que contraen la enfermedad y, lo más triste, se incrementarán los fallecidos.
El año pasado, Italia fue repentinamente golpeada por el virus de una manera devastadora. La ayuda vino de China, Rusia y Albania. Los italianos se emocionaron con la llegada de médicos y médicas; de enfermeros y enfermeras de Cuba, ¿qué nos puede decir de estas misiones solidarias?
La solidaridad internacional es un principio que caracteriza al pueblo de Cuba. Para nosotros la solidaridad no es dar lo que nos sobra sino compartir lo que tenemos.
Nuestra población siempre ha agradecido las numerosas muestras de solidaridad que hemos recibido en diferentes momentos de la historia y nuestra forma de expresar ese agradecimiento es brindar solidaridad a todos los que lo necesiten.
Desde los primeros años de la Revolución Cubana, brigadas médicas partieron a diferentes lugares del mundo a enfrentar desastres naturales o necesidades de salud en los países que lo han requerido. Por sólo citar algunos ejemplos puedo mencionar los terremotos que azotaron a Pakistán o a Haití o el enfrentamiento al ébola en África. Médicos cubanos han ido a los lugares más recónditos del mundo para contribuir con la atención a personas necesitadas.
En el año 2005, a partir de los huracanes que azotaron la región de Centroamérica, se constituyó la Brigada Henry Reeves, un contingente de médicos especializados para enfrentar desastres y epidemias graves en cualquier país que lo requiera. A 15 años de su creación la brigada ha dejado huellas en el mundo.
La pandemia de la COVID no fue una excepción y ante la situación internacional y las solicitudes de numerosos países, la presencia de los médicos cubanos no se hizo esperar.
Puedo referirle que en el transcurso de 2020, su presencia ha llegado a 39 Estados. Se han atendido a más de 550 mil 900 personas y se han salvado 12 mil 488 vidas. Han participado más de 3 mil 800 profesionales cubanos de la salud, de los cuales el 61,2 % son mujeres.
Por primera vez países de Europa solicitaron la presencia de la brigada médica cubana, entre ellos Italia. Su pueblo acogió a nuestros médicos, que con su trabajo cotidiano y el carácter propio de los cubanos, se ganaron el cariño de los italianos.
Los médicos y personal de salud de Cuba están permanentemente dispuestos a brindar su ayuda en cualquier país del mundo. Por esas razones, el Contingente Médico Cubano ha sido nominado por numerosas personalidades y organizaciones al Premio Nobel de la Paz en el año 2021.
¿En qué tecnología se basa la vacuna Soberana 02?
La vacuna Soberana 02 es una vacuna conjugada ya que posee un antígeno que se fusiona con una molécula portadora para reforzar su estabilidad y eficacia. Posee una tecnología muy segura pues emplea una plataforma tecnológica que ya ha sido utilizada con éxito en otras vacunas fabricadas en Cuba.
En su desarrollo, se unió una toxina a la proteína con la que el virus se adhiere a la célula. Su acción se basa en un tipo de antígeno que se utiliza en la espiga del virus, que es la llave con la que el patógeno ingresa a la célula. De esa manera, cuando el virus intenta entrar a ella usando esa proteína, se genera una reacción inmune contra la toxina que lleva la proteína, con lo cual se bloquea su entrada a la célula.
Otro asunto importante es que Soberana sólo requiere entre 8 y 2 grados de refrigeración. El antígeno es seguro ya que no contiene el virus vivo sino partes del mismo, por lo que, según los expertos, genera inmunidad pero no ocasiona reacciones mayores y, por ende, tampoco necesita refrigeración extra, como otras vacunas para la COVID desarrolladas en otros laboratorios..
¿Tiene restricciones en cuanto a su uso en función de la edad de las personas? En concreto, ¿se puede usar también con personas mayores o hay límites de edad?
Hasta el momento no se ha establecido que exista restricción alguna para su uso en función de la edad de las personas.
No obstante, como parte del proceso de comprobación de su eficacia en la fase III se ha decidido administrar la vacuna a 44 000 personas en 30 días a partir del 8 de marzo de 2021 lo que permitirá concluir los estudios correspondientes a su eficacia.
Para esta fase III se seleccionaron personas entre 19 y 80 años de edad, aunque posteriormente se realizarán pruebas con los otros grupos de edades lo que permitirá corroborar la no existencia de restricciones por edad.
La fase III del ensayo debe demostrar que el candidato vacunal cumple con las expectativas y las exigencias no solamente de la agencia reguladora nacional sino de las agencias internacionales.
¿Se administrará en 1 o 2 dosis?
La decisión definitiva de cuantas dosis se administrarán dependerá de los resultados del ensayo fase III.
En los estudios realizados en la fase II se concluyó que después de las dos dosis más del 80% de las personas vacunadas tuvieron una respuesta positiva. Este % subió hasta el 96% cuando se administró una tercera dosis.
En la fase III se administrarán dos dosis a un grupo de personas y se les dará seguimiento por tres meses. A otro grupo se les administrarán tres dosis y también se dará el seguimiento correspondiente para finalizar el estudio y establecer definitivamente el esquema de vacunación.
¿Tienen algún dato sobre la efectividad en cuanto a las nuevas cepas o mutaciones del virus que están apareciendo?
Según los investigadores cubanos, Soberana puede proteger a las personas de las variantes del virus surgidas en diferentes países aplicando dos dosis de Soberana 02 y se valora la aplicación de una tercera dosis de Soberana Plus para reforzar la respuesta de los anticuerpos ante el virus.