por Daniel Musso
La Pandemia COVID-19 hizo resurgir el debate global sobre la Renta Básica Universal (RBU). Reiteramos aquí una definición simple de RBU diciendo que se trata de un ingreso monetario otorgado por el Estado en forma periódica a todos los habitantes del mismo sin importar el sexo, la edad, su identidad religiosa, su identidad sexual, su nacionalidad, si trabaja o no trabaja, si es pobre o rico, etc., etc.
Se trata entonces de un ingreso UNIVERSAL (para todos), INDIVIDUAL, INCONDICIONAL (ya que no se solicita ninguna contraprestación o requerimiento, el único requisito es el de nacer, existir). Este ingreso debe ser SUFICIENTE (cubrir las necesidades básicas de vida, un ingreso superior al de la línea de pobreza de ese Estado). Por último debe ser PERMANENTE (es de vital importancia una LEY que le dé sustentabilidad en el tiempo).
Aquí, en América del Sur, desde fines de la década del ’90 se ha planteado el tema en diferentes países. En Argentina el estudio del tema, la discusión y el debate comienza hacia fines de los ’90 con el FRENAPO (Frente Nacional contra la Pobreza). En Brasil el MST con el apoyo de Lula Da Silva y el PT llevaron las banderas de la RBU y lograron en Enero de 2004 sancionar la Ley 10.835, Ley de Renta Básica de Ciudadanía, hasta ahora es la única Ley de RBU aprobada a nivel Global. Lamentablemente esta ley nunca se aplicó.
El 25 de octubre de 2012 el Parlamento Latinoamericano, en sesión realizada en Buenos Aires, Argentina, presentó el proyecto de Ley Marco de Renta Básica para sus países asociados.
En Argentina el 18 de marzo de 2020 se presentó en la Cámara de Diputados un proyecto de ley de Ingreso Básico Universal de Emergencia, este proyecto no ha tenido tratamiento parlamentario.
En Uruguay se presentó en agosto de 2020 un Proyecto de Ley de Renta Básica para mayores de 60 años.
En el Ecuador se presentó en febrero de 2021 un proyecto de Ley Orgánica del Programa de Renta Básica Universal para la Vida Digna.
En Colombia el 25 de marzo de 2021 fue presentado en el Senado un Proyecto de Ley sobre Renta Básica. La iniciativa contó con el respaldo de 51 senadores, 10 movimientos políticos, más de 500 organizaciones sociales y más de 4.000 firmas en una carta de respaldo a la iniciativa. Lamentablemente no prosperó y la idea es volver a intentarlo en el próximo periodo legislativo.
En Chile el 4 de mayo de 2021 se presentó un proyecto de Ley que modifica la Carta Fundamental de Chile (Constitución) y dispone la entrega de una renta básica de emergencia.
Vemos que la región se encuentra movilizada y en debate permanente sobre RBU. Son numerosos los encuentros virtuales en donde los diferentes colectivos de RBU organizan paneles interdisciplinarios que intercambian sus miradas al respecto. Podemos observar la participación de Colectivos Feministas, LGBTQI+, Organizaciones Sociales, Pueblos Originarios, grupos ecologistas, economistas, políticos, centrales de trabajadores, observatorios académicos, universidades, entre otras organizaciones. Son numerosas las publicaciones, videos, libros, documentales, difundidos por redes sociales y medios de comunicación que se abren al tema.
Los medios de comunicación alternativos son los que han colaborado más activamente en la difusión de la RBU, son los que han brindado la posibilidad de profundizar sobre el tema, dando lugar a entrevistas, notas, publicación de investigaciones, en donde se ha priorizado el tratamiento serio y responsable.
Ha llegado ahora el momento de masificar el debate, es por ello que desde los colectivos de militancia y difusión de RBU que hay en Argentina, desde hace unos meses, se han profundizado los lazos del trabajo en conjunto, se han organizado debates de convergencia de ideas, se han puesto metas de trabajo a corto, mediano y largo plazo. El objetivo final es la elaboración del Proyecto de Ley de Renta Básica Universal en Argentina. Para ello se ha intercambiado con varios economistas y referentes de la inmensa mayoría de los colectivos sociales, el deseo es plasmar en el proyecto la mirada de todos, hacerlo lo más horizontal y participativo posible.
Necesitamos que los medios de comunicación masiva abran sus puertas y ventanas para dar mayor visibilidad al tema. La RBU debe ser conocida por la gente, por el pueblo. Necesitamos que los políticos con representación parlamentaria y con labores ejecutivas se involucren. Es por ello que constantemente se están enviando materiales de estudio, modelos de leyes, videos y documentales; para que los que todavía están desinformados y no conocen qué es la RBU, puedan ver la propuesta, reflexionar, intercambiar entre sus pares y hacer la apertura para que podamos sumar al debate de manera informal y formal.
En un futuro mediato, la idea es generar consenso entre los políticos de fuerzas progresistas, que se involucren, que se pongan la camiseta de la RBU, que asuman como propio el Proyecto de Ley, que se lo apropien, que lo debatan, que lo enriquezcan, que le den la forma final y que lo presenten en el Congreso Nacional.
La tarea es y será compleja, pero también apasionante. Las utopías, el llevar adelante propuestas resistidas, tiene esa hermosa riqueza del disfrute del intento. Hay que que ser serio, pulcro y riguroso en las presentaciones de las propuestas desde lo técnico y lo formal, en cuanto a demostrar viabilidad. Pero también hay que abrir paso al sueño y la pasión, al contagio de entusiasmo y militancia, hay que poner las mismas energías en convencer a los que por su rol en la sociedad, son los que en definitiva tienen el poder de transformar las ideas, los proyectos en realidades concretas.