Los refugiados en Libia exigen a la ONU deportarlos a los países más seguros, agobiados de los crímenes que sufren en los campos de detención es este país africano.
Dejan la violencia y la pobreza en sus países de origen y si son arrestados durante la peligrosa travesía marítima, y entregados a Libia, esto es lo que espera; campos de detención, unos infiernos sobrepoblados donde no hay espacio suficiente ni para tumbarse, donde son escasos los elementos esenciales como agua potable, y donde la violación sexual hacia las mujeres por parte de los guardias es frecuente. Unas situaciones que ha llevado a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a acusar a las autoridades libias de crímenes de lesa humanidad.
Tan solo en los primeros seis meses de 2021, unos 15 000 migrantes africanos han sido trasladados a los centros de detención. Muchos deciden huir, pero luego llegan las redadas. En los últimos días, más de 5000 refugiados han sido arrestados. Las operaciones a veces son violentas y dejan víctimas mortales.
Este sábado los refugiados que aún no han sido detenidos, se reunieron frente a la oficina de las Naciones Unidas para pedir su traslado a países más seguros.
Los organismos humanitarios como Amnistía Internacional (AI) denuncian que los países europeos son cómplices de los crímenes, al cooperar con los guardacostas libios que capturan a los migrantes en el mar en las misiones que paradójicamente son llamados “Salvamento”. Lamentan que los socios europeos están plenamente conscientes de los horrores que vivirán los refugiados en el infierno de la detención en Libia.
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