Puesta en marcha del IHPS

El IHPS se fundamenta en la corriente de pensamiento Nuevo Humanismo Universalista, que surge en los años 70 a partir del trabajo intelectual y social de Mario Luis Rodríguez Cobos (1938-2010).

La pronosticación sistémica se refiere a la prospección del tiempo futuro, partiendo del análisis de futuribles en relación a su conectividad histórica así como a factores no lineales. 

En primer lugar conviene destacar la importancia del observador, frente a la interpretación del tiempo histórico y el registro subjetivo del transcurrir en la vida cotidiana, tal como señala Víctor Piccininni. en su monografía Acerca del registro psicológico del tiempo

A diferencia del tiempo cronológico que a modo de normativa natural y ordenadora social cada cultura la puede fijar en segundos, minutos, horas, días , meses, años, lunas, soles, lluvias o estaciones, el tiempo psicológico es un fenómeno subjetivo, variable e impermanente. Es el registro vital que cada persona tiene de lo que podríamos sintetizar como el transcurrir de su propia vida. Este registro personal varía dependiendo de múltiples factores personales. [1]

Autores como Karl Popper o Edgar Morin, desde posiciones filosóficas muy alejadas entre sí, han advertido que la predicción del futuro en lo que respecta a las ciencias sociales carece de rigor científico objetivo ya que toda predicción sobre el acontecer político, espiritual, cultural, social y psicológico es una empresa de carácter fundamentalmente intuitivo, subjetivo.

Desde esa mirada, Popper afirma, en su crítica al historicismo, que en el ámbito de las ciencias sociales toda predicción que se comparta en cualquier conjunto humano, modifica o al menos influye en las decisiones que tal conjunto pudiera realizar con respecto al futuro, es decir, que todo discurso referido a un posible futuro –ya sea optimista o pesimista– carece de objetividad y precisión. 

La idea de que una predicción puede influir sobre el suceso predicho es muy antigua. Edipo, en la leyenda, mata a su padre, a quien nunca había visto, y este era el resultado directo de la profecía que hizo que su padre lo abandonase. Esta es la razón que me hace sugerir el nombre “Efecto de Edipo” para la influencia de la predicción sobre el suceso predicho (o más generalmente, para la influencia de una información sobre la situación a la que la información se refiere), sea esta influencia en el sentido de hacer que ocurra el suceso previsto, sea en el sentido de impedirlo. [2]

Una predicción es un acontecimiento social que puede dar lugar a una acción recíproca entre ella y otros acontecimientos sociales, y dentro de éstos con el acontecimiento que ella predice. Puede ayudar, como hemos visto, a precipitar este acontecimiento, pero es fácil ver que también puede influir en él de otras maneras. Puede, en un caso extremo, incluso causar el acontecimiento que predice: el acontecimiento podría no haberse producido en absoluto de no haber sido predicho. En el otro extremo, la predicción de un suceso inminente puede llevar a su evitación e impedimento (con lo que abstenerse, a propósito o por negligencia, de predecirlo, el sociólogo en cierta manera podría hacer que ocurriera). [3]

La visión del humanismo universalista en cambio, admite el hecho de que toda pronosticación implica influencia en los acontecimientos, pero no ve en ello un defecto sino la posibilidad de realizar una proyección humanizadora.

Esto es así porque se reconoce el concepto de intencionalidad humana actuando en el devenir de los procesos históricos, y que por acción de tal intencionalidad la historia adquiere un carácter indeterminado o de incertidumbre casi imposible de predecir con exactitud.

Silo (Rodríguez Cobos), pone de manifiesto la intención humana subyacente en toda enunciación.

No es necesario discutir aquí que la configuración de cualquier situación se efectúa por representación de hechos pasados y de hechos más o menos posibles a futuro de suerte que, cotejados con los fenómenos actuales, permiten estructurar lo que se da en llamar la “situación presente”. Este inevitable proceso de representación frente a los hechos hace que estos, en ningún caso, puedan tener en sí la estructura que se les atribuye. Por ello cuando hablamos de “paisaje” nos estamos refiriendo a situaciones que siempre implican hechos ponderados por la “mirada” del observador. [4]

A su vez,  tales ponderaciones ineludibles del observador referidas a la historia y a los posibles futuros, permite un horizonte de libertad que se mueve entre determinismos e indeterminismos, es decir, el ser humano se encuentra lanzado hacia el futuro con su capacidad de imaginar y predecir el porvenir, más allá del acierto o el error, lo convierte en forjador de su propio destino. Al decir de David Samano:

[…] diremos que el grado de “habitabilidad” de los nuevos mundos que pueda construir, por ejemplo, con un saber como el que proviene de la ciencia, radica no solo en las posibilidades de ofrecer mejores condiciones para satisfacer las necesidades fundamentales de todo ser vivo, sino también en cuanto a la manera en la que se resuelve la tensión entre determinismo y libertad. Y es que requerimos para adaptarnos a nuestro medio, tanto de un horizonte determinista como de un horizonte de libertad. Un mundo sin regularidades o sin ninguna posibilidad de predicción, resultaría tan difícil de ser vivido, como un mundo totalmente predecible y determinado. [5]

En el IHPS confluyen distintas miradas para ser capaces de configurar escenarios alentadores en la filosofía, la espiritualidad, la política, el arte, la ciencia, etc. 

El instituto trabajará en la generación de una influencia creciente, a través del análisis, la proyección y la publicación de sus estudios.

En un momento crucial de la historia como el que vivimos, donde el presente está tomado por la incertidumbre causada por la vertiginosa aceleración de los acontecimientos,  el IHPS convoca a la participación de todas y todos aquellos observadores, desde todos los campos, comprometidos con este, nuestro, tiempo histórico. 

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[1] Piccininni, (2009). La Experiencia del Tiempo”, Piccininni V., Centro de Estudios – Parque de E. y R. La Reja (2011).

[2] Popper, (1957). La Miseria del Historicismo, ed digital Titivillus 21.02.15, epub base r1.2, p.15

[3] Ibid, p.17

[4] Silo, (1990). Contribuciones al pensamiento. Ed. León Alado, p. 114

[5] Samano, ( 2021). Interpretando al Nuevo Humanismo. Etnología, epistemología y espiritualidad. Ed. León Alado, p.53