POEMA

 

 

 

 

Hoy soy madre

de cada hijo

que habita este planeta.

 

Hoy no quiero distinguir

mujeres ni hombres,

colores, edades o creencias.

 

Hoy siento a cada persona

cuando miro en el fondo de sus ojos,

anegados de tristeza.

 

Hoy me duelen más

los que más sufren,

los que alimentan querellas.

 

Hoy compadezco más

a quien más daño hace,

a quien instiga la guerra.

 

Hoy puedo ver la víctima

que habita en el verdugo

y reconocer su Esencia.

 

Hoy, cuando he podido vivir todo esto,

he fortalecido mi fe en el ser humano,

en la Humanidad entera.