Pasó de moda la invasión sufrida por Siria. Es verdad que el gobierno declaró el fin de la guerra hace tiempo. Sin embargo, las tropas invasoras de la OTAN y de los Estados Unidos en particular no se han ido del todo.
La agencia de noticias del país levantino informaba en la jornada de hoy que en una carretera cercana a la aldea de Musheirfa, en el noreste del país, hubo un enfrentamiento entre vecinos del poblado, junto a integrantes del ejército sirio contra un convoy militar estadounidense.
“Un convoy de cinco vehículos blindados de las tropas ocupantes de EEUU acompañados por una camioneta de la milicia FDS, trató de ingresar al pueblo de Musheirfa hacia el pueblo de Salhia Harb”, informaron activistas locales al corresponsal de SANA.
Los residentes repelieron la llegada de los marines a piedrazos. De hecho, el convoy sufrió ataques en todo su recorrido siendo echado de varias poblaciones.
Esta situación de inestabilidad y de encuentros directos con el enemigo invasor no impide que sigan funcionando los centros de reconciliación creados por el gobierno de Basher al-Assad. En las provincias de Deir Ezzor, Raqa y Alepo siguen recibiendo a las personas que deseen ajustar su estatus jurídico.
En Al Aamel ya son seis meseslos que lleva funcionando la oficina en Deir Ezzor, algo similar ocurre en Raqa, en las poblaciones de Sabkha y Debsi Afnan, donde la gente se siga incorporando al proceso de reconciliación pese a las dificultades generadas por la milicia proestadounidenses conocida como FDS.
El proceso de reconciliación otorga certificados de indulto, que les permite volver a tener un estatus jurídico de normalidad. Prófugos, militares fugados, participantes de diversas milicias reconocen a través de este ordenamiento que es el Estado sirio el único garante de sus vidas, seguridad y bienestar.
Solo en Deir Ezzor, Raqa y Alepo ya se han contabilizado 45 mil desertores y ex combatientes indultados y reconocidos nuevamente como ciudadanos en toda regla para el gobierno sirio. La entrega de armas es reconocida y está abierta la posibilidad de reincorporarse a las fuerzas militares regulares para los amnistiados que tengan formación castrense.