El Parque Nacional Kahuzi-Biega, situado al este de la República Democrática del Congo (RDC), destino de muchos turistas para ver a la subespecie de gorila Gorilla beringei graueri, llamado gorila oriental de planicie o llanura y que solo habita en dicho lugar, es escenario frecuente de asesinatos y violaciones de los derechos humanos contra el pueblo indígena Batwa. Dicho Parque fue nombrado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad
Los Batwas fueron expulsados de sus tierras en 1970 cuando se creó el Parque Nacional y desde entonces malviven en sus límites, totalmente marginados y sin apoyo de las autoridades. Sin embargo otros grupos Batwa se han internado en su territorio original para poder sobrevivir y los guardabosques del Parque junto a unidades militares, están realizando una masacre a un pueblo civil desarmado y cometiendo verdaderas aberraciones contra los verdaderos dueños de las tierras que han convivido en la zona durante milenios, sin que pusieran en peligro a ninguna especie ni al ecosistema.
La Organización Survival International, en un comunicado de prensa, presenta un informe devastador publicado por Minority Rights Group International, titulado “To Purge the Forest by Force: Violencia organizada contra Batwa en el Parque Nacional Kahuzi-Biega”. El informe está muy detallado. La investigación de campo duró nueve meses, entre octubre de 2020 y diciembre de 2021. El equipo investigador habló con más de 590 fuentes, incluyendo 550 testigos presenciales de las violentas operaciones conjuntas por guardabosques y el ejército desde julio de 2019 hasta diciembre de 2021. Esto incluía a cientos de civiles batwa que huyeron después de que sus aldeas fueran atacadas, ocho presentaban heridas visibles y 13 mujeres describieron que fueron violadas por guardabosques y soldados. Los testigos presenciales describen abrumadoramente un número mayor de mujeres en violaciones en grupo. El informe evidencia al menos la muerte de 20 miembros de la comunidad batwa, siendo seguramente muchos más. Se comprobaron los restos físicos de las aldeas bombardeadas y ametralladas contra civiles desarmados y se recuperan diversa munición, incluido un contenedor para granadas propulsadas por cohetes (RPG), un 60 mm completamente intacto de mortero, así como otra tapa de mortero y decenas de casquillos de balas de rondas utilizadas en AK-47 para fusiles automáticos y ametralladoras PKM alimentadas por correa.
Según el informe citado, se realizó una operación en conjunto con el ejército y guardabosques, abriendo fuego indiscriminadamente contra los civiles Batwa con armas pesadas, obligándolos a huir a punta de pistola. En el periodo 2019 y 2020, más de 50 Batwas fueron arrestados acusados de “ocupación ilegal del parque”, cuando era una tierra donde habían vivido antes que hubiera países y fronteras. En 2021, se produjo otro ataque contra aquellos que no habían salido del Parque, realizado nuevamente por guardabosques y soldados. Este ataque fue más cruel que el anterior. Bombardearon las aldeas, abrieron fuego con fusiles automáticos contra civiles desarmados, los tiraron al suelo sometiendo a los Batwa a actos de grave violencia. Los guardabosques y soldados, según sigue relatando el informe en sus primeras páginas, violaron a nueve mujeres Batwa, una de las cuales tenía 17 años, durante una hora aproximadamente, atándolas y sujetándolas en el suelo ante varios guardias del parque y soldados, en un grupo estimado de 20, y las violaron. Dos de ellas fallecieron días después.
El equipo de Investigación citado, visitó las tumbas recién cavadas de varios niños quemados vivos en el interior de una casa. También se describieron por testigos oculares mutilaciones como trofeo. Además, el mismo equipo entrevistó a varios guardabosques y soldados que participaron en este asedio al pueblo Batwa.
En la primera parte del informe, se concluye que estos hechos han contribuido a la mayor fragmentación y opresión de un pueblo indígena marginado y sometido en décadas de despojo, borrado culturalmente, pobreza absoluta, muerte y discriminación en las afueras del Parque. Más allá de las violaciones de los derechos a la vida, la libertad, la seguridad de las personas, de los bienes, de la vivienda, de un recurso efectivo, de la libertad de torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes, desplazamiento forzado, detención arbitraria discriminación de sus derechos colectivos a las tierras ancestrales y recursos, la violencia organizada por guardabosques con el apoyo de sus patrocinadores internacionales y del ejército congoleño; todo ello, constituye sin lugar a dudas a crímenes contra la humanidad, incluyendo a través de actos generalizados y/o sistemáticos de asesinato, violación y persecución en cumplimiento de una política de Estado.
El Parque recibe subvención del gobierno de Estados Unidos y Alemania y otros organismos internacionales incluido organizaciones conservacionistas.
Este genocidio del pueblo Batwa en zona del hábitat del gorila de Graueri, es inadmisible y atenta contra todos los principios de conservación y leyes internacionales. Lo expuesto en el informe publicado y del que hemos recogido únicamente unos datos del mismo, solo es la punta del iceberg de lo que ocurre actualmente a muchos pueblos originarios del mundo. No se puede proteger un ecosistema a costa de la violación de los derechos humanos, de la expulsión de sus tierras en un genocidio consentido y que se transforma en un crimen de lesa humanidad, permitido por gobiernos y la comunidad internacional. En Proyecto Gran Simio no sólo luchamos por la protección del hábitat de los grandes simios, sino también por la protección de los pueblos originarios que son los verdaderos guardianes de nuestros ecosistemas. Los guardabosques del Parque están para proteger la biodiversidad, pero también la cultura de su pueblo. El negocio de visitar a los gorilas para verlos en libertad, se ha convertido en cómplice del asesinato y violaciones del pueblo Batwa. Ni un solo euro de la cantidad que los turistas tienen que pagar para verlos, es destinado a los Batwa, que se mueren de hambre y de enfermedades, a pesar de ser ellos los dueños milenarios del Parque
Por todo lo expuesto, Proyecto Gran Simio (PGS) se ha unido a la campaña de Survival International en contra de convertir el 30% del planeta en “Áreas protegidas” para 2030, reconociendo en su lugar los derechos territoriales de los pueblos indígenas que es una forma más eficaz de proteger el medioambiente.
Además Proyecto Gran Simio, exige una serie de puntos a la Comunidad Internacional, a países que financien el Parque Nacional Kahuzi-Biega, organizaciones conservacionistas, operadoras de turismo y gobiernos de España y de la RDC para que:
1.- Cesen de forma inmediata las hostilidades y violaciones de los derechos humanos al pueblo Batwa y que se les deje vivir en sus tierras ancestrales.
2.- Que por parte de Naciones Unidas y la RDC, abran una investigación y sean detenidos todos los culpables de los asesinatos, violaciones y ataques con armas pesadas a las aldeas de los Batwas.
3.- El cese inmediato y su procesamiento por crímenes contra la humanidad de los responsables del Parque Nacional, de los guardabosques y de las unidades del ejército participantes en la matanza de los Batwa.
4.- Que urgentemente por parte de las Autoridades competentes, den atención sanitaria, alimentos y reconstrucción de sus aldeas quemadas.
5.- Que por parte de los nuevos responsables del parque, una vez depuradas las responsabilidades de los anteriores, se establezcan acuerdos con el pueblo Batwa, en el respeto de la biodiversidad y la cultura de su pueblo.
6.- Que parte de los beneficios que se obtengan del turismo, sea revertido al pueblo Batwa.
7.- Que una representación de Naciones Unidas vigilen los acuerdos y la protección de los Batwa.
8.- La retirada por parte de la UNESCO al Parque como Patrimonio de la Humanidad mientras continúe el asedio y la expulsión de los Batwas de sus tierras.
9.- Que los países o instituciones conservacionistas que financien o apoyen el parque nacional, dejen de hacerlo mientras que las violaciones de los derechos humanos a los Batwa continúe.
10.- Que la Unión Europea apoye los derechos de los Batwa y exija a la RDC el respeto de su cultura, de sus tierras y de sus vidas.
11.- El cese de la ayuda internacional, hasta que no se aclaren los hechos y sus responsables sean detenidos y juzgados.
12.- El cierre inmediato del parque Nacional hasta llegar a un acuerdo con el pueblo Batwa y cesen las expulsiones y la violación de los derechos humanos.
13.- Solicitar a las Operadoras de turismo, que retiren de sus ofertas la visita de los gorilas al parque nacional Kahuzi-Biega, hasta que los Batwa regresen a sus tierras, se les respete, se hayan realizado las investigaciones necesarias para detener a todos los culpables de asesinatos y violaciones, el cese y detención de los responsables del Parque Nacional y de los guardabosques y soldados que hayan participado en el genocidio de los Batwa.
14.- Que el Gobierno de España intervenga para proteger al pueblo Batwa y solicite a la RDC aclaración inmediata de los hechos.
Estas exigencias son necesarias e imprescindibles para aclarar este crimen de lesa humanidad. De no ser escuchadas, todos los actores citados serán cómplices de un genocidio y de las violaciones de los derechos humanos al pueblo originario de los Batwa.