A cuatro días de la cumbre de la OTAN en Madrid y a modo de “bienvenida” se han celebrado, los días 24 y 25 de junio en el auditorio Marcelino Camacho, la “Cumbre por la paz. OTAN NO” preludio de la manifestación contra la OTAN y las guerras, que se celebrará el domingo 26 y de la cual os informaremos puntualmente.
Pressenza asistió a dos mesas redondas de las que queremos compartir algunas notas ante la imposibilidad de resumir todo lo conversado.
La primera mesa dedicada a “OTAN, fuerzas armadas y gasto militar” fue abierta por Juan Carlos Rois, que investiga cuál es el gasto militar de España y en qué se invierte. Nos explicó que, aunque el Ministerio de Defensa declara un gasto de unos 10.000 millones de euros, hay muchos gastos difundidos que dependen de otros ministerios e instituciones y que llegan hasta los 39.000 millones de euros. Más de tres veces más, de alrededor de un 0,9 del PIB a más de un 3%. Es un gasto insostenible e innecesario en muchas de sus partidas y, sin embargo, intocable para los diferentes partidos que se han alternado en el gobierno. Los amantes de los detalles y los números pueden comprobar los fundamentos de estas afirmaciones en los gráficos publicados en alternativasnoviolentas.org
Le cedió la palabra a Quique Sánchez (IPB, Oficina Internacional por la Paz) que fue desgranando diferentes aspectos del gasto militar que alimenta tensiones al hacer que los países vecinos o rivales se sientan amenazados. No se podrá llegar nunca a la paz a base de aumentar el volumen de armas, algo que siempre termina en guerras tarde o temprano. Se justifica el gasto en defensa para evitar la invasión del propio territorio, cuando las compras y preparación son claramente ofensivas. El gasto militar desvía recursos de las verdaderas necesidades como la salud y la educación. La OTAN tiene un presupuesto militar 17 veces mayor al de Rusia y solo UK tiene un presupuesto cercano al de China, por lo que difícilmente se puede justificar tampoco el gasto por la supuesta amenaza de sus hipotéticos enemigos.
Gemma Amorós, del Centre Delàs, nos explicó con detalle cómo el funcionamiento interno de la OTAN succiona los recursos económicos en capítulos como las numerosísimas exigencias de estandarización del equipamiento, I+D, continuos ejercicios militares, etc. También nos relató cómo España ha participado en 42 operaciones militares implicadas en invasiones de la OTAN controvertidas (Afganistán, Iraq…) y las diferentes bases americanas o de utilización conjunta de la OTAN que sirven de puerta a la injerencia de los EEUU.
La segunda mesa a la que asistimos dedicada a “Las nuevas mentiras de la vieja OTAN con Ucrania como fondo” fue abierta por Ainhoa Ruíz que presentó el informe recién publicado por el Centre Delàs: «La OTAN, construyendo inseguridad global» . Expuso algunas ideas del informe que le parecían interesantes. Por ejemplo, que tras la caída del Muro de Berlín se han construido 51 muros alrededor del mundo de la OTAN. No es un mundo el del capitalismo liberal, en el que las personas hayan ganado libertad en circular entre unos países y otros, a diferencia de los capitales que viajan sin contención. Habló del concepto de seguridad humana, no una seguridad concebida militarmente sino la que le da el tener cubiertas sus necesidades básicas. La ampliación del concepto de violencia más allá del hecho físico a diferentes campos de la actividad humana. Por último, nos fue relatando cómo la OTAN arrasa allí donde llega, como ha pasado en Iraq, Afganistán o Libia y, desde ese punto de vista, pedir la intervención de la OTAN en Ucrania para resolver las cosas no puede ser una buena idea.
Carlos Taibo, profesor de CC. Políticas, especialista en los países del Este de Europa, tras denunciar la invasión de Ucrania, dijo que era necesario establecer cómo la OTAN tiene también una responsabilidad compartida al haber creado condiciones para el conflicto. Este aspecto es importante, pero imposible de exponer públicamente debido a la censura que impera en los medios de desinformación. Nos explicó cómo, desde la disolución de la Unión Soviética, hubo claras oportunidades de integración de la Federación Rusa con Europa Occidental, pero cómo los diversos desencuentros provocados por EEUU y los países de la OTAN fueron creando, de alguna manera, el Putin que finalmente ha invadido Ucrania. Este conflicto ha reforzado a la OTAN grandemente, lo que nos anuncia más injerencia y conflictos. Carlos alertó sobre el advenimiento de un eco-fascismo en pugna por los recursos naturales y que estima que en el planeta “sobra gente”.
Por último, la periodista Olga Rodríguez, que ha sido reportera en diferentes conflictos alrededor de mundo, nos transmitió la verdad del contacto con las víctimas y los desastres de la guerra. Nos habló de cómo en las fronteras donde hoy se acoge a los refugiados ucranianos, ayer se maltrataba inhumanamente a las víctimas de las guerras de la OTAN en las guerras de Oriente Medio. Fue enumerando diferentes incoherencias de la OTAN y de la Europa, ahora debilitada y más dependiente de EEUU, que en este momento busca recursos en estados como Egipto, Arabia Saudí o Israel, que atentan claramente contra los derechos humanos; cómo la OTAN tuvo una política de provocación al querer expandirse hacia Ucrania, cómo el discurso belicista toma vuelo animando a mantener y recrudecer la guerra en Ucrania e incluso llevar el mismo modelo a Taiwán para extender el conflicto a China.
Bueno, se hablaron muchas más cosas, pero no queremos bombardearos con tantas ideas a vosotros, queridos lectores que habéis llegado hasta el final del artículo. Solo replicar unas ideas de Olga Rodríguez que nos contaba cómo ha encontrado entre las víctimas de los conflictos a personas analfabetas, pero que tenían una comprensión mejor que la gran mayoría de nosotros sobre la geopolítica, porque la llevan grabada en su piel. Nos hacemos eco de su pedido final, de que ojalá llegue un día que deje de ser una corresponsal de guerra para convertirse en una corresponsal de paz.