“Yo soy Clemente Rodríguez Moreno y mi hijo es Christian Alfonso Rodríguez Telumbre, uno de los 43 normalistas desaparecidos”, dice y recuerdo a quienes oyen el programa que ‘normalista’ viene de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, Guerrero, suroeste de México, a un paso de Guatemala.
Clemente da por sentado que estamos muy enterados de la pesadilla del 26 de septiembre de 2014, cuando los peores enemigos de la humanidad se reunieron en Iguala para desaparecer muchachos.
“Ya vamos a cumplir 8 años sin tener una respuesta. No la conseguimos del anterior gobierno, ni ahora del nuevo gobierno que nos está dando largas. Pero eso no quiere decir que ya estamos derrotados. Al contrario, seguimos adelante hasta que haya verdad y justicia”, habla lento y duro.
Y Clemente explica que, “Cuando nosotros iniciamos la lucha el 2014, los padres siempre señalamos como responsables al ejército mexicano, a las corporaciones policiacas. Luego le dijimos al Gobierno actual que investigue al 27 Batallón de Infantería de Iguala. Y que los teléfonos celulares de los normalistas siempre estuvieron activos. Incluso tres meses después de los hechos, mientras Murillo Karam iba por las televisoras asegurando que los habían quemado y asesinado con todo y sus pertenencias, nos llegó un mensaje del Campo Militar Número 1 de Ciudad de México. Ese mensaje está probado científicamente. Y gracias a la investigación del Grupo Interdisciplinario de Expertas y Expertos Independientes (GIEI), se derrumbó la opinión de Murillo Karam”.
-¿Cómo se derrumbó?
“Los teléfonos celulares sí se mantuvieron activos, y el ejército mexicano, la policía federal, la policía ministerial y los cuarteles de Iguala, Guerrero, sí participaron de las desapariciones.”
-¿Qué tal tu muchacho? ¿Cómo era Christian?
“Christian, como sus compañeros, tenía el propósito de ser maestro y agrónomo, porque le gustaban mucho las plantas y los animales. Él tenía como objetivo ser alguien en la vida, ser un profesionista. Mi esposa y yo nunca tuvimos la oportunidad de tener un estudio. Christian decía que si no obtenía una plaza de maestro, pues se dedicaría a hacer una escuela de danza, de zapateado. Todas esas habilidades en los pies se las inculcó a sus hermanas. Nuestros hijos no eran vándalos ni delincuentes, como dicen algunos.”
-De que dicen, dicen hasta las náuseas.
“Nuestros hijos querían acompañar una marcha en conmemoración de la matanza de octubre de 1968 en la Ciudad de México. No fue una toma de autobuses, porque los normalistas tenían un convenio con las centrales camioneras. ¿Cuál fue uno de sus errores, entonces? Tomar un bus equivocado de la central camionera de Iguala, uno que iba lleno de heroína, de armas alemanas, de millones de dólares del narco.”
-¿Por qué no hay verdad y justicia?
“Existen funcionarios que están en las oficinas del Estado, entorpeciendo las investigaciones. Cuando vamos a la Judicatura General o a la Corte de Justicia o a la Fiscalía a preguntar cómo va el proceso, nos encontramos con empleados del anterior Gobierno, el de Enrique Peña Nieto, como Sara Irene Herrerías y Armando Higuera, que obstaculizan la investigación. Y se lo hemos dicho al presente Gobierno: si hay gente de esta clase metida en las instituciones, pues hay que correrla. Los miembros del sistema judicial pasan tirándose la bolita.”
-¿Y AMLO?
“Cuando el actual Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, AMLO, estaba en su campaña electoral en diciembre de 2018 firmó un decreto, comprometiéndose con la verdad. Esa verdad consideraba investigar el trasiego de droga de Iguala a Chicago (trágicamente célebres son los históricos carteles del narcotráfico en Guerrero para el mercado estadounidense); el tema de los celulares; indagar al ejército del 27 Batallón y a los policías municipales de Huitzuco. De lo anterior, no tenemos ningún avance.
AMLO dice que ya se logró que los padres entráramos a los cuarteles militares a checar si están nuestros hijos. Pero nosotros siempre hemos afirmado que no es necesario que ingresemos a las dependencias militares para saber que ellos fueron los culpables. Lo sabemos por soldados que entonces estaban activos, como también por los testimonios de la gente que presenció los hechos. Así supimos que los militares desollaron vivo al estudiante Julio César Mondragón Fontes, y días después volvieron con pipas de agua para lavar el lugar del crimen.
Pero nada. No sé si al nuevo Presidente lo están presionando para que no se llegue a la verdad.”
-Pero se han acumulado pistas.
“Hace poco, los expertos independientes hicieron los hallazgos de unos videos que muestran claramente que la Marina estuvo activa en los sucesos. También aparece un helicóptero y un dron gigantesco manejado desde el Campo Militar de la Ciudad de México. ¡Estaban armando la escena antes del 26 de septiembre de 2014! Y este Presidente lo sabe. Y si lo sabe, debe haber culpables identificados. Yo le exijo a AMLO que extradite a Tomás Zerón de Lucio, exjefe de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) del Gobierno de Enrique Peña Nieto.”
-¿Cómo aguantas, Clemente?
“Porque la lucha es de todos. En cualquier lugar del mundo que uno pise hay desapariciones y asesinatos. Los padres iniciamos una caravana hace alrededor de 6 años por Estados Unidos. Recién llegados nos pareció que allí no pasaba nada, pero pronto nos topamos con la realidad. También hay pobreza y crímenes. Lo mismo en Chile, donde me tocó conocer gente que está luchando por su agua y su tierra. Y a pesar del tiempo que les cuesta su lucha, ellos también tienen un sitio para nosotros. Así se aguanta mejor este dolor.”