POEMA
Muy cerca se ve el ocaso
Que se funde en algodón y jazmines
Para cubrir mi cuerpo
De blancura y nieve
El cuerpo parece hundirse en un vapor que lo congela
Y lo convierte en polvo, hasta que se lo traga
Así es como veo caer los cuerpos
Como si fueran estatuas
Derribadas por sismos
secando la raíz de la historia
El polvo me invade como remolino
El aire lo siento vibrar sobre mi rostro
Cierro los ojos para que las lágrimas no salgan
Y formen una lodosa estatua fina
Que al ser mirada por el ocaso
Sea consumida por el humo
Nunca antes sentí al ocaso tan cerca
Siempre lo miro cuando despierta
Pero siempre pasa por mi casa
Dibujando estatuas despiertas
Nunca antes desee tanto que el ocaso se convirtiera en estatua
Para que fuese devorado
Entre remolinos y temblores
Y así nunca más armar rompecabezas de historias
De estatuas que cimentaban mis orígenes
Y que hoy me dejan tullida y demolida.