En Cuba los científicos están trabajando simultáneamente en 5 vacunas. Dos están en fase avanzada de experimentación: Soberana 02 y Adbala. Los datos por el momento son alentadores y probablemente en julio Cuba tendrá dos vacunas para proteger a su propia población y para ofrecer a otros países que lo deseen.
La vacuna Soberana 02 comenzó la fase III el 8 de marzo en Ciudad de La Habana y el 31 de marzo se había inoculado la primera dosis a 44.100 personas de entre 19 y 80 años.
También en La Habana se autorizó una intervención controlada, iniciando la vacunación de 150.000 personas de riesgo, entre ellas el personal sanitario y de la industria biotecnológica. La vacuna Soberana 02 es una vacuna conjugada porque tiene un antígeno que se fusiona con una molécula portadora para reforzar su estabilidad y eficacia. Tiene una tecnología muy segura porque utiliza una plataforma tecnológica que ya ha sido utilizada con éxito en otras vacunas producidas en Cuba.
La vacuna Abdala comenzó la fase III el 22 de marzo y ya se ha administrado la primera dosis a 48.000 voluntarios.
En los dos ensayos realizados hasta ahora sólo se han detectado efectos secundarios menores y los científicos están optimistas. Las dos vacunas se administran en tres dosis. Después de la segunda dosis de Soberana 02 la protección es del 80%, después de la tercera dosis se eleva al 96%. Según los investigadores cubanos, Soberana puede proteger a las personas de las variantes del virus que han surgido en diferentes países aplicando dos dosis de Soberana 02, pero con una tercera dosis se refuerza más la respuesta de los anticuerpos al virus. Por otro lado, también se habla de administrar una tercera dosis para las vacunas que ya se utilizan en el resto del mundo.
Al mismo tiempo, Soberana Plus está en fase II, y es una vacuna diseñada para personas que ya han sido afectadas por el virus pero que no han desarrollado suficientemente los anticuerpos. Es la primera vacuna del mundo que entra en un ensayo clínico para pacientes que se recuperan de Covid-19.
Cuba, a pesar de la crisis económica provocada por el embargo estadounidense, un embargo condenado por las Naciones Unidas, ha invertido en salud. Gracias a su política de prevención es uno de los países menos afectados por la pandemia en proporción a la población y con la conclusión del ensayo podrá contar con sus propias vacunas para salir de la pesadilla que está viviendo el planeta.