POEMA

 

 

 

 

Adiviné la rama

la acaricié

Adiviné el perfume de la hierba

el cielo, una paloma blanca

la entrada, abierta…

 

Las ramas, compañeras desde siempre

sonaban en la brisa

el Sol, dorada calidez en el Poniente

libero mi sonrisa

 

Y estábamos allí,

en la amigable esfera transparente

en la ciudad escondida.