Gracias al trabajo conjunto de varios observatorios y el telescopio Hubble, un equipo internacional de astrónomos logró documentar el momento exacto en que una estrella supergigante roja colapsó por su propia gravedad y explotó en una supernova, ofreciendo «una visión en tiempo real» y «sin precedentes de los primeros momentos de la desaparición cataclísmica» de un cuerpo celeste de este tipo, señaló la NASA en un comunicado.
De acuerdo a la agencia estadounidense, la supernova SN 2020fqv, descubierta en abril del 2020 en las galaxias Mariposa, situada a unos 60 millones de años luz en la constelación de Virgo, fue observada simultáneamente por el proyecto Zwicky Transient Facility del Observatorio Palomar en San Diego y por el Transiting Exoplanet Survey Satellite (TESS), un satélite de la NASA diseñado principalmente para descubrir exoplanetas.
Tras el hallazgo, científicos de varios observatorios y centros de investigación apuntaron hacia la supernova sus telescopios, incluido el Hubble, logrando sondear el material muy cercano que fue expulsado por la estrella en el último año de su vida, observaciones que arrojan nueva luz sobre los procesos que ocurrieron justo antes de la muerte de la supergigante roja.
«Rara vez llegamos a examinar este material circunestelar tan cercano, ya que solo es visible durante muy poco tiempo, y normalmente no empezamos a observar una supernova hasta al menos unos días después de la explosión», explicó Samaporn Tinyanont, autor de la investigación a publicarse en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
Por su parte, el TESS proporcionó a los investigadores imágenes del sistema galáctico tomadas cada 30 minutos desde días antes de la explosión, así como mientras ocurría y de varios días posteriores. La información obtenida fue complementada con los datos recopilados por el Hubble de la estrella desde la década de 1990.
«Antes hablábamos de las supernovas como si fuéramos los investigadores de la escena del crimen, cuando aparecíamos después del hecho y tratábamos de averiguar qué le había pasado a esa estrella […] Esta es una situación diferente porque sabemos lo que está pasando y realmente vemos la muerte en tiempo real», comentó Ryan Foley, coautor de la publicación. «Ahora tenemos toda esta historia sobre lo que le ocurrió a la estrella en los años anteriores a su muerte, al momento de la muerte, y luego las consecuencias de esta», detalló.
Considerada como la «piedra Rosetta de las supernovas», en referencia a la estela que ayudara a los egiptólogos a traducir los jeroglíficos, los expertos estiman que los datos obtenidos de SN 2020fqv podrían ayudar a identificar comportamientos significativos que adviertan sobre la futura muerte de una estrella.