La situación del conflicto en Ucrania, que afecta a una población ya marcada por años de sufrimiento, ha llegado a un punto de ruptura y el riesgo de una guerra sin vencedores ni vencidos se hace más tangible y real.
Cada hora que pasa las esperanzas de evitar un conflicto a gran escala disminuyen y se tiene la sensación de que la implicación de toda Europa en esta guerra es sólo cuestión de tiempo.
La urgencia es detener la guerra, pero los gobiernos europeos se ocupan de hacer coro a las posiciones Atlánticas (de la OTAN), preocupándose sólo de las sanciones. Condenan con razón la entrada de las fuerzas armadas rusas en Ucrania, pero se olvidan voluntariamente de denunciar la insensata política expansionista de la OTAN que está en el centro de este conflicto, cuyo campo de batalla es Europa, pero que en realidad es entre Estados Unidos y Rusia.
Ha llegado el momento de que las personas comunes, las asociaciones, los movimientos progresistas, el conjunto de la sociedad civil europea contribuya para dar una señal muy clara e inequívoca a sus gobiernos. Son las personas comunes que realmente pagarán el precio de este absurdo.
Ha llegado el momento de dejar de lado nuestras diferencias, de tomarnos de la mano y hacer entender a nuestros dirigentes, con una sola voz, que si quieren enviarnos a la guerra se encontrarán solos.
No permitiremos que nadie juegue al TEC con nuestras vidas y las de nuestros hijos.
La única manera de salir de esta pesadilla es que Europa no ponga un solo euro, un solo hombre y una sola base en acciones de guerra. Por el contrario, es necesario iniciar urgentemente un diálogo con todos los actores implicados para encontrar una solución pacífica aceptable para todos.
Ha llegado el momento de devolver la guerra al único lugar que le corresponde: la prehistoria.
Europa por la Paz.
#Ucrania #EuropeForPeace