Por William Tipán*
Por décimo día consecutivo, Quito sigue siendo el escenario del desencuentro entre el presidente Lasso y las organizaciones indígenas; las protestas se han concentrado en el sector centro-norte de la capital, en donde se encuentran varias universidades y el edificio de la Asamblea.
Diversos puntos de la ciudad, tanto en el norte como en el sur, han sido bloqueados para evitar el paso vehicular; al mismo tiempo en la protesta se han ido sumando muchas más personas del movimiento indígena, mujeres, estudiantes universitarios; docentes, médicos, gestores culturales, artistas, amas de casa, jóvenes, personas de la tercera edad y trabajadores en general.
Cada día se percibe que el nivel de tensión va en aumento, diversos sectores de la ciudad han polarizado sus posturas; se incrementan los brotes de violencia de lado y lado y aún no existen evidencias concretas de un genuino interés por dialogar. El llamado “gobierno del encuentro” ha logrado justo, todo lo contrario.
*Humanista y activista por la no-violencia activa